Mr. Hyde would you please

foto!

1-
Retratos pensados.
Tantas moscas asesinadas en el comedor con el diario (comedor-diario: imagínense uds. cómo quedarían las noticias luego de cada almuerzo) que fueron masacradas bajo un mismo pensamiento. En ese momento del día, la mente humana y su torrencial capacidad eran apenas una gotita de agua. Ni siquiera se asemejaba a las canillas que gotean –donde una idea tras otra cae al lavabo y hace SPLASH! en el resto de la sociedad- porque era una y sólo una gotita.
¡SPLASH!- se escuchó de la habitación.
¿Idea para el retrato?
No: mosca aplastada que contenía demasiada sangre. Simplemente, contenía demasiada sangre…

Mientras Ernestina limpiaba las paredes, fregaba duramente cada una de las esquinas intentando emblanquecer la fachada interna, que ya parecía de un museo de sangres y en cualquier momento Oliverio le ponía cartelitos abajo titulando el autor de la obra, el momento en que fue creada y –cómo olvidarlo- el apodo colocado a la mosca antes de que comience su viaje por la otra vida, nuestra querida ama de nàda (verán que para ella, Adán y nàda era exactamente lo mismo, viviendo cada uno de sus respiros conscientes a través del constante uso de los espejos, reflejos en vidrieras, charcos de lluvias y…Ambos lados confluían en uno sólo, sin tanta vuelta a la elección; derecha e izquierda son una misma cosa en realidad, por eso no entendía a la política…, ¿qué tanto problema en elegir a uno o a otro si en verdad eran lo mismo? Así decía que los humanos somos cíclopes, monogámicos y miopes. ¿Ven cómo todo encaja en este mundo ratársico, perdón, satársico? Como mesa con patas- que por temor nunca las usa, y el cardiólogo siempre le pasa factura- todo encaja a la cuadrática y unilateral manera de encajar: ¡plin, caja!, como dirían los contadores en sus libros diarios) que entonces siempre estaba en casa pero le gustaba llamarse así: ama de nàda, siendo también furtivamente (y ahora dando vuelta la curiosa oración) ama de adán –Dios te bendiga, Lozano- que quiere decir, en esta mente tan complicada y parentesca (con s de paréntesis, ¡bruto!) que ama a ese personaje bíblico; que más que personaje enojado –que vive entre las hojas pero con tanto viento, la h…-ha pasado a ser una razón de ser. Un modelo a seguir del cual Ernestina se enamoró el primer día de su mentira y decidió nunca más…Ni siquiera saldré a la calle, con esta cocina me basta. ¡Basta para mí, basta para todos! Fregando, limpiando cada uno de los rastros de sangre y, pensando –de una manera y de otra, de un lado del reflejo del mar y del otro, donde generalmente se distraía y tragaba demasiada agua- una bendita postura para el maldito retrato familiar.
SPLASH!

para acordarse

Durante el Mundial no importan:
los exámenes
las entrevistas
las cuentas a pagar
los recorridos de los colectivos
el planchado correcto de la tintorería.

En cambio (durante el Mundial)
sí importa que
Argentina no juegue cuando yo rindo
mi futuro jefe vea la tele mientras me pregunta mi color favorito
Telecom me perdone el olvido
el colectivero tenga prendida la radio y se desvíe
(para que Yo llegue más rápido a mi casa)
la de la tintorería me regale una pequeña bandera
(por la camisa que me quemó)
y que el cielo sea celeste y blanco como mi corazón.

Esas son las cosas que importan
y las que no
durante el Mundial.

Y a vos,
¿qué te importa?

julio qué julio

absurdas trompetas juegan
-a ser y no ser entre líneas-
abriendo ventanas se desgarran
por límites y tiza que también
s u e ñ a n

Déjenme.
¿No ven que estoy apoyada contra la pared?
Es un placard en realidad, pintado de blanco y seco como el azúcar.
Pero igual estoy apoyada, y ya no los quiero.
Ver sentir tener
Nada.

Reclino la cabeza, no sé cómo es eso con un cuello contracturado pero
déjenme.
Quiero jugar.
¿Abrir la puerta no decían?
Asomarme por la ventana para tirarmeh como éhl queh no seh dejabah en paz
siempre jugando
entre un lado y el otro
cayéndose por la ventana
tirándose en caída libre…
éhl
mágico éhl que me conquistó
abríme la persiana porque allá voy
entre la nube y la paloma
entre la baldosa y la tiza
paf!

Déjenme.
Quiero jugar
(siempre)
Quiero dejar de ser
(para ser)
sí, en el borde por qué no
(límite confuso de lo real que nos limita)
y no limita.
Porque a mí no me limita.
(No)

Me sueña me es me despierta
eternamente con ramas
ruidosos pájaros saltan entre una ventana y otra
huyendo
(como yo)
jugando
(¿no soy yoh?)

Si tan sólo me abrieras la persiana.
Dejáme correr
dejáme salir
dejáme desnudarme en el placard
y ser como éhl
¿no te dije ya quién es éhl?
Sí. Te lo dije ya,
pero no querés.

Yo sí quiero.
No de blanca ni con alianzas
no atada a estrofas
no enlazada con la sangre
no con violencias que integran
basta de encierro basta de gatos basta de irlandeses
porque no es suficiente con la palabra
-ella se quema-
sí, ella. Tercera ausente, negativa
¿ausente?
si está. No participa no dice no piensa
pero está.
Ella
Ella es quien lo trae a él
Ella lo seduce
le dibuja con la tiza
le abre la puerta de la baldosa
¿Ella ausente y negativa?
Sí.

Yo quiero ser como Ella.
Quiero dibujar
cantar como si nada sin notas
desafinar entre pinceles y tablas
enloquecerme con las formas deformadas de las caras
dibujar bigotes con piruetas y barbas afiladas con pipa.
Yo quiero ser como Ella.
Quiero jugar. Siempre quiero jugar.

Déjenme.

tutú

Hay una atemporalidad que a veces se siente a flor de piel.

Cuando uno escucha una trompeta soñar, el aire del cachete que se va, deslizándose entre húmedos labios.

Escuchamos abiertos, desgarrados por esos siete pasos que nos llevan al cielo.

Los domingos son

Contemplativos

porque si uno va más allá de la ventana

¿quién sabe lo que puede pasar?

Porque hay una ciencia oculta

detrás de la cocina.

Pareciera, a simple vista, que no.

Pareciera, cuando vemos a algún pariente cocinar, que simplemente van tirando en la sartén todo lo que tienen, revuelven un poco, ponen el fuego al mínimo (¡siempre al mínimo...!) y, un-dos-tres, ¡Un Pato A La Naranja!

Pero no es así. Si uno tiene el tiempo y se anima a entrar en la cotidianeidad que está más allá de sí misma, descubrirá que en la cocina hay secretos. No sólo secretos (todos sabíamos esto) sino también hay una Ciencia Oculta.

Entre ellos, observando el canal Gourmet, uno aprende que: para que la salsa no sea espesa, para que la amargura de la berenjena se vaya, para que no se levante la tarta en el horno...

Uno debe hacer algo.

Porque hay que decir

que a veces las pipas

no son pipas