Sunday, August 27, 2006

de chicos, quizá

Mi hermano venía corriendo desde el pasillo de mi casa. Pasaba por su cuarto, cerraba las puertas del baño, entraba entre las sábanas del cuarto de mis papás y¡¡¡Mooooooooooooonstruo!!! ¡¡¡Viene el Monstruo, Mariana, viene el Monstruo porque Lo vi y Viene,
¡¡¡¡Aaaghhhh, aaghhh, aaaaaaaaaaaaaghhhh!!!!


El Monstruo era lo peor,
¡¡No, Ale, no…, por favor, no!!, gritaba yo, un poco riendo un poco asustada, en el fondo de los dientitos blancos mordía la sábana blanca, me agarraba dos almohadas para poner a los costados pero mi hermano me las sacaba¡Damelas, Mariana! Dame que las pongo acá, en los cuatro extremos de la cama para que el Monstruo NO pueda entrar, dame que sino el
¡¡¡Monstruo, No, Ale, No quiero que venga el Monstruo porque me da miedo, lo vi, una vez lo vi y te juro que era malo, tenía dientes verdes con agujeros rotos y caídos, abría lo bocota y

¡¡¡¡Aaaaghhhh, Mariana, Basta, Basta, Basta!!!!


Nos escondíamos invisibles, respirábamos muy fuerte porque costaba hacer que entre el aire a nuestro refugio, cada oxigenito valía más que el oro. Yo me ahogaba, me quedaba sin aire como siempre me dejaba mamá que, desde chiquita en la clínica, no dejó que fuera A Donde Estaban Los Otros Bebés, y quiso quedarse conmigo, se durmió y me abrazaba, un poco me aplastaba, otro poco escuchaba su corazón que
ún/dò, ún/dò, ún…
latía, y me dormía, me tranquilizaba pero…, igual me quedaba sin aire: como ahora, como ahí en la cama asustada, como si todo importara…
Abría un poquito la frazada, me la levantaba poquito sobre la cabeza para poder respirar aunque sea un hilito, que entre algo de aire que

¡¡¡¡Noooooooooooooooo!!!! El Monstruo, Mariana, cuidado con hacer eso porque Él aprovecha y trata de entrar, ¿cómo hiciste eso? Casi casi entra el Monstruo y
¡¡¡Chicos!!!,
gritaban desde afuera

¡¡¡¡¡CHICOS!!!!!

Pensábamos que alguien más había entrado en nuestros personajes. Yo pensaba, podía ser una espada y su escudo que nos llamaban para que los usemos, para que Mí Valiente y Agitado Hermano agarre y derrote al Monstruo que
¡¡¡Shhhh!!! Es el Monstruo, Mariana. Cerrá bien los lados del fuerte, para que no entre ni nos vea. Cerrá bien. ¡¡Sshhhhhhhhhhh!!

Con mi hermano nos quedábamos ahí en silencio, escondidos como elefantes bajo las sábanas y edredón de la cama gigante de nuestros padres, tratábamos de no movernos. Eran sólo unos minutos, aguantar la respiración, la risa y el miedo que se escapaba de nosotros…, todo escalaba más y más, no sabíamos qué iba a pasar, cuándo ni cómo saldríamos vivos de ahí, la respiración aumentaba y
¡¡¡¡CHICOS!!!!!, gritaba de vuelta la voz. ¡¡¡Miren cómo me dejaron la cama, no va esto!!! Alejandro…, Mariana…, ¡salgan ya de ahí que ya está la comida…! ¡¡¡Y después me ordenan Todo Este Lío!!!

Era mamá. Nos escurríamos de a poco de la cama, del fuerte que se deshacía y derretía como arena… no sé cómo pasaba. El fuerte se caía, el miedo y las risas se agotaban, los dientes y los ojos que mirábamos estaban cansados, la respiración volvía como siempre y yo le preguntaba a Ale
¿Y el Monstruo? ¡¿¡Se habrá ido!?!
Sí, Mariana, me contestaba mi hermano sin espada ni escudo.Pero… ¿y en los baños…? ¿En el living, en tu cuarto, quizá se quedó en…en…¿¿¿ no estará todavía esperando que nosot….????
No, Mariana. El Monstruo ya se fue.


Era domingo. Era el almuerzo. Era mamá.
Todo.
Todo, era mi Hermano.

Saturday, August 26, 2006

tiro


Si tiro. Una parte, frágil, debajo de mi pulóver una etiqueta, que me molesta y me pica.
Ella. Cree estar. Cruza la calle, espera un charco,
despierta.

Si tiro. No puedo. Si tiro. No puedo. Si tiro.

Un poco, brota. La riegan y riegan, el agua padece sed y ella
Yo.
Tiro.

(yo no sé por qué me escondo, si lo que duele grita)

Pero nadie escucha. Si tiro. Tiro.

Friday, August 18, 2006

Goldy

¿Y éso?
Qué raro, ¿no?
Como si siguiera mis mismos…
Hola.
Gracias, sólo estábamos miran
Ah, mirá vos.
No, no sé mucho del tema.
Supongo que sí.
¿Goma espuma?
¿Impermeable?
¿Reversible?
¿Y uno puede ponerle su propia corbata o…
Claro.
El auto, ¿lo sabe manejar?
Con cambios
Del ’97
Qué bueno, porque al trabajo voy así.
Café con leche. A veces le pongo azúcar.
Sin espuma.
¿Y el mecanismo no se vence después de tantas mañanas?
Ah, ¿con eso basta?
Sí, tal vez no me vendría mal, y una vez cada tanto estaría bueno tenerlo cerca…
En una oficina.
Pero las vacaciones recién empiezan en Julio.
¿No importa? Aunque sea en medio de la rutina, ¿uno lo activa y…?
Ay, ¡qué increíble!
Qué bárbaro, la tecnología está haciendo maravi…, ¡mirá cómo mira!
Claro, se ve que le llama la atención.
Ese bebé ahí, creo que tiene pantalón a cuadros, y a mí los cuadros…
¡Es buenísimo! Mis gestos y todo…, ¡¿cómo hace?!
Sí..., ¿la corbata? Me la puedo desanudar, a ver, justo me la puse un poco ajustada pero…
Sí, tres veces por semana.
Es que para mantenerse en forma, sino uno no puede verse así, y hay que estar en to…
¿Podría él? ¿Por mí?
No lo puedo creer…Yo podría comer todo lo que quisiera y él…?¿O sea, Yo?
¡Claro!
Con mi mujer, yo en realidad no quisiera…
Amanda.
¿Se acordará?
Yo prefiero a Cristina, más vivaz, joven, elástica…
Si pudiera sólo encontrar la manera de que no se den cuenta…
¿En el manual?
Y cómo hago si le llega a fallar la pila o…?
Ah, no falla.
Cinco años, claro.
Y después, compro otro y…
¡Qué increíble! ¿Nadie se entera que no es, digo, que soy pero no soy...?
Nadie…, ¡nadie…!
Sí, si aceptan tarjeta…
En cuotas.
Sí, cómono, lo sigo.
¿Acá en caja?
Bueno, ¡muchas gracias a vos, eh!
¡Qué bárbaro…!

Thursday, August 17, 2006

Tuesday, August 15, 2006

esteban

Cuando Esteban mira la tetera cree entrar en otro mundo. Sabe que cuando la mira el acero se burla, le estira los cachetes y le agranda los ojos como dos montañitas de nueces que redondas y oscuras esperan. La frente parece de repente más fría, un poco cónica se alaaaarga hasta llegar al pelo, unos mechoncitos que, como palmera y viento, le terminan la cabeza.
Pero ahí, la gente no usa camperas. Todos salen en remera, la corbata la dibujan con tiza y, si hace frío, ¡rás!, agarran una bufanda.

En el mundo de la tetera algunos van al zoológico. Cuando ven al león rugir tanto se espantan, corren y corren por las calles y las plazas hasta llegar al acero…, el límite de ese pequeño metal…, ¡¡¡hasta acá llegan ustedes y todos los habitantes de Teterlandia!!!, exclama el policía y…
Al verlo a Esteban todos se maravillan. Escuchan detrás al león, rugiendo desesperado entre rejas camina hacia un lado y hacia el otro, se marea un poco como los otros y…, ellos no tienen pelo. No tienen frente, no tienen ojos ni nueces para pensar, como el marrón y las avellanas que van tan bien porque, a veces olvidan; todo lo olvidan todo lo dejan pasar.
Entre el acero de la tetera y sus mismas almas hay algo que ¿será Esteban? siempre les deja sed.

Ellos lo miran a él, el chico que desde afuera los mira, como en un juego de lagos y espejos los Narcisos lloran y sólo pueden verse. Esteban a ellos, ellos a Esteban. Piensan, ríen, juegan…, se deslizan por toboganes de chocolate que nadie sabe a dónde llevan, parece que al caer uno apoya los pies y un poco se van derritiendo los cordones, las suelas que tocan el barro mientras…¡rás! todos se tiran por ahí. Las risas las manos la tierra escuchan.
Y todos…, todos escuchan al león, que mareado entre barras, ruge.

Monday, August 14, 2006

ún/do/très

El otro juego



de paso

Aunque todas las noches los papeles de las alcantarillas se levantaban y me saludaban al pasar, nada era cierto. Como durmiendo entre esclavos recorría Corrientes
veía las cúpulas desde abajo /arriba/
las luces me encandilaban y yo no sé

qué pasaba después


Me iba o volvía, llegaba hasta allá y se largaba a llover /el saco se me mojaba/ más negro de lo azul que era se ponía y quizá…
eso no importaba


Entraba a un café,

me figuraba en una silla y mesa al lado de la ventana,
pequeña transparencia rectangular me redondeaba la cara
la sombra de la pared que se asomaba pidiendo permiso
para comerse una medialuna, tragar /zip/ un sorbo de café, esa leche, ese tapado azul tan impecable que no

no, no, no

Pasaba por cafés, la gente voluminosa con risas enmantecadas miraba
toda deshecha y quebrada la leche caliente
el café que mancha me

me!

yo con mi negroazul seguía de paso.
/Talcahuano, Rodríguez Peña, Libertad, Callao, Ayacucho/
La numeración bajaba, o subía, despegaba los carteles, desorientaba alos
o
r
ie n




dos

El colectivo que pasa con un charco la rueda choca, desparrama todo
/desde un café/
pienso cómo
cómo se mojó ése,
el del tapado negro que /todos ven negro/


parece desper tá do d’un sué
ño


/la numeración baja y a él
lo despertaron/

justo cuando iba a tomar
de la ventana como yo un café se vuelca

/pero en las alcantarillas todos,

todoslostapadossevén


negros/

Saturday, August 05, 2006

Nuevos planos

Los impresionistas fueron un gran grupo.
Ellos no sólo son ésos que, con una paleta de verdes, amarillos, marrones y celestes, utilizaban muchas pinceladas..., pero tampoco son sólo los que pintaban praderas llenas de pasto o gente haciendo nada (en general era la pequeña burguesía la que aprovechaba su recientemente descubierto "tiempo de ocio")..., no, no.
Los impresionistas son mucho más que eso. Ellos son testigos de cambios sociales, económicos y políticos. Ellos -como Roberto Arlt, como Lorca, como Quino- pintaron lo que veían. El presente y ese momento que los artistas capturan y, por eso, esa mágica espontaneidad, pasan a la historia. Se estira y se convierte en universal, en por siempre un clásico.
Manet es uno de los fieles retratistas del movimiento. Entre otros motivos, como le daba de comer, pintaba a esa nueva clase económica-social (la pequeña burguesía), los cambios en París (desde su demolición casi completa de edificios hasta su plan de saneamiento, la creación de calles diagonales, de nuevos puentes, de no cobrar impuestos para ir de un lado a otro -todo obra del gran Haussman) fueron captados por lo ojos (y un tacto único) de estos pintores. Ellos no sólo pintaban lo cotidiano, las esperas, las miradas a través de la ventana, la gente en la playa, Degas con sus hijas caminando..., sino que pintaban toda una sociedad; por eso, cuando hoy vemos una pintura impresionista no debemos sólo asombrarnos de la paleta y la técnica (que igual es increíble), sino que debemos sorprendernos de los impresionistas como grupo, como movimiento y como ideología.Ellos han inventado nuevos planos. Nuevas cotidianeidades y nuevas formas de lo que debería ser el pintor (o periodista) moderno. Un ejemplo de esto es Caillebotte y su cuadro "Pintores de brocha gorda" que, no sólo uno de los personajes está cortado en un plano hasta el momento innovador, introducido por la fotografía e incansablemente utilizado luego por el cine (el plano americano) sino que también nos refleja unos pintores que pintan, para adornar una vidriera. Una casa de vinos que quiere embellecer su fachada para vender más y mejor: éstos, éste cuadro de Caillebotte nos muestra no sólo unos pintores laburando, sino que también nos enseña los comienzos de la hoy reconocida y utilizada publicidad.
Pero también nos enseña, un nuevo plano.
Salú!