sí, sí, ya sé
le debo la explicación de por qué no me
gusta tanto el cine, los cincuenta pesos que una vez perdí al volver de la
farmacia y el grito que me deje afónica porque se fue
pero no sé qué es deber.
A veces te extrañamos tanto que no podemos evitar revolcarnos a
oscuras; somos familia, y ahora también está Julián que va y viene entre las
dos.
No queremos sobrevivir, nos alcanza con arrancar el aire que dejaste en tu cama, entre la
sábana y el edredón
31 del 12, 13 del 4, 12 del 8
(pasa el rato en tu hueco de tierra)
el funeral no me gustó para nada.
El vómito de Laura, vos envuelta en sábanas y un seco impacto
contra la tierra
es el parecido,
amor, náuseas, oscuridad
las películas repiten imágenes de la vida real
y para repetir, ya tengo mi deuda, un dragón de fuego que todo
lo olvida
(seguimos acostándonos)
y en cada caída, inevitable, suelto el aire de la explicación, los cincuenta pesos, el grito.