Monday, December 11, 2006

337

Fui aterrizando de a poco porque no me quedaba otra.
Cuando llegué me empecé a acordar, esas cosas que distraídas andaban por mis manos; como las uñas cortadas, los vestigios de la piel mordida cuando se reacomoda a la falta de… Constante transformación.
Él se violaba a la misma música. Empezaba tocando la flauta como lo más dulce, sabía que cada sonido sacado, sacado sacado sacado, era total y absoluta (mente) forzado. El sostenido, el bemol, jugaba con las corcheas como se le cantaba, respirando hondo pasaba de tono sin avisar, comme ci comme ça. Yo intentaba distraerlo -siempre- y más fuerte que yo, con el viejo siempre era más fuerte que yo, pensaba volver, siguiendo única, cada deshacer enfermo, fuerte, comunicaba, entrelazaba, desintegraba el impermeable que siempre me ponía antes de llover, antes de salir, antes de comer siquiera al verlo a él, viejo más fuerte que yo, flauta más fuerte que yo, bemol, sostenido, comme ci comme ça parece que todo junto es más fuerte que Yo, ¿era acumulando que…?
Sin siquiera mirarnos, otra vez, cambiaba el tono y nos sofocábamos. Otra vez.

1 comment:

Ju said...

cada vez que entro lo vuelvo a leer lo quiero firmar pero nunca puedo.

lo importante del asunto es que tu texto es genial.